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Qué es la Ciudadanía por Nacimiento en Estados Unidos y Cómo se Afecta con la Nueva Orden Ejecutiva

La ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos es un derecho protegido por la Constitución desde 1868, pero una nueva orden ejecutiva busca limitar este beneficio para hijos de padres sin estatus legal permanente, generando un cambio significativo en las reglas actuales.

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La ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos es un derecho que se concede a cualquier persona que nace en territorio estadounidense, sin importar el estatus migratorio de sus padres. Este principio se conoce como "jus soli", que significa "derecho de suelo" y ha sido una de las bases fundamentales del sistema de inmigración del país.


Este derecho está consagrado en la XIV Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, ratificada en 1868 tras la Guerra Civil, con el objetivo de garantizar la ciudadanía plena a los antiguos esclavos y sus descendientes. Desde entonces, este principio ha sido una pieza clave en la definición de quién es ciudadano estadounidense.


La XIV Enmienda establece claramente:

"Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de los Estados Unidos y del estado en que residan."

Esta disposición ha sido interpretada durante más de 150 años como la base legal que garantiza la ciudadanía automática a quienes nacen en suelo estadounidense.


Sin embargo, la propia Constitución también contempla excepciones. Este derecho no se aplica a hijos de diplomáticos extranjeros acreditados en Estados Unidos, ni a los hijos de miembros de gobiernos extranjeros que estén en el país en misiones oficiales. Estas personas no están consideradas bajo la jurisdicción total de Estados Unidos, y por ello sus hijos no adquieren la ciudadanía por nacimiento.


Durante años, este derecho ha sido aprovechado por algunos extranjeros que viajan intencionalmente a Estados Unidos para dar a luz, con el objetivo de que sus hijos obtengan la ciudadanía estadounidense. Este fenómeno, conocido como "turismo de nacimiento", ha generado amplios debates tanto en el ámbito político como social, especialmente en torno a las implicaciones legales, éticas y económicas de esta práctica.


¿Qué cambia con la Orden Ejecutiva para terminar el derecho de ciudadanía por nacimiento?

En 2025, la administración actual emitió una orden ejecutiva que busca limitar el alcance de la ciudadanía por nacimiento en ciertos casos. Aunque esta orden enfrenta desafíos legales y su implementación completa aún está en disputa, la propuesta establece criterios específicos sobre quiénes pueden transmitir la ciudadanía a sus hijos nacidos en territorio estadounidense.


Por ejemplo, si un bebé nace de dos padres que no tienen estatus permanente legal en Estados Unidos, la orden establece que no se le otorgará la ciudadanía automáticamente. Esto significa que el niño no tendría derecho a un pasaporte estadounidense ni a los beneficios federales asociados con la ciudadanía.


No existe una orientación específica para el caso de que los padres no tengan un estatus legal permanente, pero cuentan con un proceso migratorio pendiente, como un caso de asilo, visa U, TPS u otros procesos de alivio migratorio. Sin embargo, se espera que el niño pueda ser incluido en el proceso de los padres o beneficiarse de futuros ajustes migratorios en caso de que el caso sea aprobado.


En cambio, si uno o ambos padres son residentes permanentes legales o ciudadanos estadounidenses, el bebé sí adquirirá la ciudadanía estadounidense al nacer, manteniendo así el derecho que históricamente se ha reconocido. El hecho de que uno de los padres sea residente permanente es suficiente para que se garantice este derecho.


En conclusión, la ciudadanía por nacimiento ha sido un pilar central del sistema constitucional estadounidense durante más de siglo y medio. La nueva orden ejecutiva representa un intento de modificar la interpretación de este derecho fundamental, pero su validez y aplicación enfrentan fuertes cuestionamientos legales. Es fundamental que las familias comprendan cómo su estatus migratorio puede influir en los derechos de sus hijos nacidos en Estados Unidos y busquen asesoría legal especializada para enfrentar este panorama en constante cambio.

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